Amílcar J. Figueroa S./ La Revuelta/
Las tareas que a las y los revolucionarios se nos plantean hoy, 200 años después, tienen en la traza histórica de nuestro pueblo un caudal invaluable de enseñanzas que debemos apropiarnos para hacer frente al asedio imperialista. Estudiar cómo la dirección de la época asumió la Campaña que condujo al combate decisivo contra el Ejército colonialista es necesario, en tanto, su utilidad en el desarrollo de una Guerra No Convencional; de ahí que propongo tres elementos para el debate:
1.- Amplio escenario de lucha
2.- Dialéctica entre paz y guerra, en Bolívar
3.- Unidad de las fuerzas y división del
contrario
1.-El ataque imperialista que
enfrentamos hoy, desarrollado en el contexto de declinación del sistema
capitalista, complejiza la lucha, al estar guiado por una Estrategia de
Amplio Espectro, y requiere para ser derrotado el avance de resistencias
sociales, políticas y culturales en un escenario de Patria Grande; vale
decir, al proceso bolivariano le será más difícil consolidar la Independencia, se
tornará cuesta arriba avanzar en la emancipación del pueblo trabajador, de no
comprenderse lo que estuvo claro para los vencedores de Carabobo: que la lucha
debía desarrollarse en el vasto escenario de Nuestra América. Entender que las
metas de Angostura no se hubieran alcanzado, si no se combate en Pantano de
Vargas y Boyacá. De igual manera, la Independencia de la Nueva Granada hubiese
sido efímera, si no se retoma el escenario de batalla sobre el territorio venezolano;
si no se emprende la Campaña de Carabobo en pos de un combate decisivo.
2.- En medio de la Crisis del Mundo
Colonial, momento donde se desarrolla la Guerra Nacional de
Independencia, Bolívar se mueve en lo que podemos denominar: una dialéctica
entre la paz y la guerra. Entre Boyacá y Carabobo media el Tratado de
Regularización de la Guerra y Armisticio de Santa Ana, impuesto al Ejército
colonialista por no haber obtenido una victoria rápida, y presentarse
circunstancias en el seno del imperio que dificultaron enviar refuerzos a las
tropas del “Pacificador” Morillo: las contradicciones internas y la pandemia de
fiebre amarilla que asoló Cádiz; y, para las fuerzas patriotas, por el peso del
agotamiento, debido a una década continua de combate y penuria económica. El
impulso de tareas militares durante la tregua fue clave para Carabobo. Más aún,
en ese ínterin hubo otros esfuerzos de negociación que Bolívar estuvo dispuesto
a asumir siempre y cuando no se comprometiese la Independencia de los
pueblos americanos.
3.-Superar la desventaja de combatir a un
enemigo que en territorio venezolano aún contaba con 10 mil tropas, pasaba por
concentrar todas las fuerzas posibles, a la vez de dividir al adversario; ambos
objetivos alcanzados al cumplirse el plan operativo diseñado por Bolívar,
sorteando obstáculos para concentrar sus tropas y con operaciones de
distracción sobre San Felipe y Caracas.
Sumados al heroísmo de nuestro pueblo,
estos elementos desarrollados con genialidad por Bolívar fueron sustantivos en
el resultado de Carabobo. Tomar lecciones de ellos, se hace imperativo, para el
desafío del Siglo XXI Nuestro Americano.
Este artículo ha sido escrito para el periódico La Revuelta y el autor manifiesta está en proceso de ampliación.